El tercer viceprimer ministro Rutte y la ministra de Seguridad Social, Cornelia Johanna "Carola" Schouten, enviaron una carta al Parlamento holandés. En él, llama a cambiar la legislación sobre la provisión de asistencia social, propone cambiar el enfoque de los controles burocráticos (en la medida en que los ciudadanos necesitan beneficios) a la asistencia real a las personas que lo necesitan.
El ministro Schouten está convencido de que el lema “Cuidarnos unos a otros” (“Omzien naar elkaar”), que se convirtió en el título del acuerdo de coalición vigente en el Parlamento, debe llenarse de contenido real. Por eso envió una carta a los parlamentarios, que debe ser el primer paso hacia una legislación social más humana. El texto completo de la carta se puede encontrar enlace.
El ministro cree que la ley de asistencia social vigente desde 2015 ha ayudado a muchas personas en los Países Bajos. Sin embargo, las reglas para su aplicación son innecesariamente rígidas y traen problemas a algunas personas que necesitan ayuda.
El ministro Schouten cree que los beneficiarios de la asistencia social deberían tener derecho a obsequios, trabajos y otros ingresos, y aún así mantener los beneficios que complementan los ingresos no garantizados a un nivel aceptable. La recepción misma de la asistencia social debe facilitarse y no debe requerir la presentación múltiple de datos a varias autoridades.
La legislación vigente está excesivamente centrada en la aplicación de las normas de prestación de la asistencia en detrimento de la propia asistencia. La legislación vigente se basa en la imagen del beneficiario de las prestaciones como persona capaz de controlar su vida en todas sus manifestaciones. Sin embargo, en la práctica esto no suele ser así y, como resultado, las leyes no funcionan como deberían. Las normas demasiado estrictas para la prestación de asistencia privan a quienes la necesitan de fundamentos jurídicos para recibirla.
Un solicitante de beneficios debe cumplir muchas condiciones, y la ayuda de amigos y familiares puede incluso privar a una persona del derecho a los beneficios estatales. A este estado de cosas se le llama popularmente pena por compasión. Incluso permitir que los refugiados vivan en su propia casa puede privar al benefactor del derecho a recibir beneficios. El ministro Schouten está convencido de que ha llegado el momento de cambiar estas actitudes para devolver a la humanidad a la ayuda pública.
Conozca más más sobre varias subvencionesque en los Países Bajos se proporcionan a los necesitados.
Fecha de publicación: 13.07.2022